Extractos

Lágrimas olvidadas

La obra proseguía y la emoción crecía, hasta que en un momento sucedió lo inevitable, lo que ella nunca pudo en toda su vida controlar, lo que ella tanto quería evitar; sus ojos se llenaron de lágrimas, esas inexplicables lágrimas que empezaron a recorrer su rostro una vez más sin poder ser contenidas. Inmutable por esto y aceptándolas una vez más, siguió tocando la melodía con una belleza sublime.
—La edad proyectada es compatible con un regreso inmediato, su talento es evidente y el resto de características personales son adecuadas; ella tiene una aproximación del 90 porciento y, que sepamos, nadie más en el mundo reúne esas características en este momento ¡Tiene que ser ella, sí o sí! Además, casi no nos quedan otras opciones viables —sentenció Steven.
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Soledad

—Me fascina, Armony; de hecho, toda la historia me apasiona, y no solo la de las grandes naciones, sino también las pequeñas historias, las que pertenecen a personajes no tan conocidos y a objetos que históricamente no aparentan tener gran importancia. Es increíble pero muchas veces, a lo largo de la historia, cosas que en apariencia han sido intrascendentes han cobrado una importancia superlativa y que ha pasado desapercibida hasta para los principales protagonistas...
—Todos estamos en este mundo por algún motivo, Armony, y nuestra estancia en esta vida es siempre por alguna razón valedera que habitualmente ignoramos. Todo lo que sucede tiene implicancias y consecuencias, tanto en nuestras vidas como en la de los demás; a veces de manera inmediata y en otras ocasiones a muy largo plazo. Hay muchos pequeños eventos que pasan inadvertidos en nuestro día a día, pero que provocan reacciones en cadena, que pueden crecer en intensidad y terminar desencadenando eventos mucho más grandes; son auténticos nexos en los que la historia puede cambiar de rumbo, para bien o para mal...
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El despertar

—Que triste —dijo Armony cambiando su semblante—. Siempre que muere un artista se pierde algo único. Al igual que los copos de nieve, nunca hay dos artistas iguales; es por eso que el arte de cada uno es en verdad algo irremplazable.
—Se que aún estás confusa, lo irás recordando todo con el tiempo, yo solo te ayudaré. Lo que acabas de experimentar se conoce como el despertar, así le decimos al momento en que alguien recuerda una vida anterior a la que vive actualmente...
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Océano de nubes

Entusiasmada, se levantó de la cama. Estaba todavía medio dormida y fue trastabillando al baño privado que tenía en su dormitorio para mojarse el rostro y despertarse mejor. Luego de enjuagarse la cara y secarse con una toalla se miró en el espejo y por primera vez en su vida le costó trabajo reconocerse; contempló cuidadosamente su rostro, era Armony a quien veía pero también era a Melody, aunque con un rostro diferente; se sentía igual que siempre, pero distinta al mismo tiempo. Con experiencias vividas muy intensas y traumas dolorosos, veía a una mujer que ha sido esposa y madre, ya no sentía la fragilidad con la que se había acostumbrado a vivir, su concepto de sí misma estaba cambiado drásticamente y para bien, porque había sumado nuevas experiencias... La línea que la separaba de su otra vida era tan delgada que casi no existía.
—Los rastreadores tenemos muchos recursos, sobre todo hoy en día con las redes informáticas, las publicaciones en diarios y revistas, y las bases de datos que proliferan por todo el mundo; cada vez hay más información de las personas dando vueltas por muchos más lugares. Todo se nos ha simplificado en gran medida desde el siglo veinte y mucho más desde hace algunos años; sin embargo aún la intuición y el instinto siguen siendo fundamentales para rastrear efectivamente a alguien... Y si todo falla, siempre nos quedan los oráculos —dijo Michael con una sonrisa.
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Daphne

Daphne es muy reservada y muy solitaria, al igual que su madre —agregó mirando a Armony de reojo— y, aunque no tiene muchos amigos y prefiere vivir apartada de las grandes ciudades, tiene un gran defecto...: es muy confiada y es fácil de engañar, especialmente por cualquiera con malas intenciones... Definitivamente necesita a alguien que la proteja.
—Esa es una foto de mi madre, ella fue una reconocida pianista hace como treinta años, esa foto es una de mis favoritas porque nunca fue publicada en ningún medio y es solo para mí... Lamentablemente mis padres fallecieron siendo yo muy chica; mi padre murió cuando yo tenía solo un año y tres años después mi madre también murió y me quedé sola, huérfana.
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El oráculo del bosque

—Vamos a tener que recurrir al oráculo del bosque para averiguar más. Tengo guías en el más allá, que me han ayudado en ocasiones difíciles antes. Aunque temo que no vayamos a sacar mucha información esta vez, pero dado este punto en el que estamos, lo que sea va a servirnos.
El agua se arremolinaba a sus pies y una suave brisa de origen desconocido movía sus largos cabellos negros hacia arriba, deslizándolos suavemente en el aire y, al mismo tiempo, haciendo sonar todas las lentejuelas que adornaban su vestimenta... La corriente de aire era tan densa que, por momentos, hasta levantaba leve y suavemente su colorida falda, haciendo que todo flotara de una manera sobrenatural alrededor suyo.
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Secuestro

—Mi nombre es Sylvia y por lo que parece has despertado, Melody. Terminemos con esto pronto, no hace falta complicar las cosas... Seré directa, tenemos a tu hija y solo quiero charlar contigo. Ven con nosotros y la liberaremos sin hacerle daño, es un simple intercambio, no queremos nada de ella, solo te queremos a ti —dijo una voz femenina, que habló de manera calmada y pausada, pero que en su tono denotaba maldad y sadismo. Todos se quedaron paralizados.
En cuanto nos vieron, uno de ellos soltó al joven y sin dudarlo ni un segundo, nos disparo una ráfaga de balas con una ametralladora, que impactó casi de lleno en la cabina del helicóptero... Por la velocidad que tuvo y la precisión, supuse de inmediato que tenía alguna clase de entrenamiento militar, el parabrisas del frente y la ventana lateral derecha se astillaron, pero nadie resultó herido. Hice una maniobra evasiva, girando bruscamente y busqué un lugar donde bajar de manera rápida; en el aire eramos un blanco muy fácil para un arma de ese tipo.
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La cumbre del ciervo

—Aquí tiene estas, son las que usan los equipos de asalto del ejército; tienen espoleta con retardo de tres segundos, son muy buenas, se lo aseguro —acotó el dueño señalando una de las vitrinas.
Steven se quitó sus guantes y tomó una pequeña botella de agua que estaba arriba de una mesa, la abrió y la ayudó a beber. Sintió el impulso de tocar su cabello disimuladamente y con sus manos desnudas mientras la ayudaba... La veía beber como en cámara lenta, tan necesitada de su ayuda, tan indefensa y tan inocente del peligro que la asechaba.
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Viento de cristal

Una fracción de segundo después, las tres granadas aturdidoras estallaron prácticamente al unísono, generando combinadas una onda de sonido que hizo vibrar todo en la estación. La onda de choque fue tan potente que varias de las ventanas del edificio, sobre todo las más cercanas al epicentro, se quebraron.
Los dos eran fuertes y con toda la adrenalina circulando por sus venas, el impacto apenas les hizo mella. De manera rápida y casi automática, ambos se pusieron de pie y sin dudarlo apuntaron sus armas a pocos centímetros de sus rostros; los dos eran diestros así que estaban muy cerca uno del otro, poniéndose en jaque mutuamente.
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Hielo frágil

El retornar sobre el camino agrietado era ya muy peligroso y el valiente animal se había percatado de esto, en vez de asustarse por el hielo frágil comenzó a correr aún con más fuerza que antes, sabiendo instintivamente que la vida de ambos estaba ahora en juego; Armony, sin embargo, no entendía por que su caballo corría cada vez con más desesperación, ella aún no sabía que solo contaba con toda la velocidad que el lipizzano pudiera darle para no morir allí mismo.
El destello plateado de la hoja de acero refulgió en la retina de Armony que lo percibió con el rabillo del ojo, desvió su mirada y vio claramente el filoso y dentado borde de la letal arma. De inmediato supo lo que el cazador pretendía hacer; un solo tajo en el anca de su caballo bastaría para ralentizarlo o derribarlo por completo y una certera puñalada en su cuerpo lo mataría seguramente; Michael ya la había alertado de la crueldad y brutalidad de la que eran capaces esos hombres implacables.
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La luna del lobo

Cuando lo vi quedé maravillado por la perfección y belleza de su elaboración y la sensación que irradiaba, tenía un aura especial. Los detalles de los adornos dejaban en claro que los había hecho un artesano que no solo era un experto, sino que, además, había puesto su alma en la realización de esa obra de arte. Tomé una lupa que estaba sobre el mostrador y examiné todo muy de cerca: las grandes y ondeantes crines de los cuatro caballos de oro puro, el carruaje hecho con zafiros de un azul profundo y los adornos complementarios, como unos pequeños faroles que simulaban sus llamas rojas con rubíes... Todo, absolutamente todo, era perfecto; el tiempo que le había dedicado su creador a esa obra fue de meses sin duda y, tal vez, hasta de años...
—En estas zonas, las tribus indias de la región les han puesto nombres a las distintas lunas llenas del año desde tiempos ancestrales. Esta noche tiene lugar la luna llena de Enero y a la medianoche va a estar en su zenit. A esa hora, este tren pasa todos los años por un puente que divide al medio un enorme lago rodeado de grandes bosques, en esos bosques viven lobos, el tren va a llamar su atención y con suerte los escucharemos aullar a la gran luna llena.
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Abismo sin fin

—¡Rompan los vidrios, tenemos que entrar! —La orden de Sylvia fue obedecida de inmediato; dos de los cazadores dispararon un par de ráfagas de balas sobre los paneles de cristal del techo, que se destrozaron en mil pedazos y dejando un enorme hueco por donde el viento comenzó a entrar con fuerza, haciendo volar astillas de vidrios por todos lados.
Una corta ráfaga de balas sin control ni dirección específica salió de la ametralladora impactando de lleno en el anafe y el horno de la cocina del vagón; varios de los proyectiles penetraron en los tanques de gas propano, algunos cortaron las mangueras que conducían el fluido y otros destruyeron los reguladores de alta presión.
Con la integridad de sus contenedores destruida, los gases salieron con potencia por los debilitados tanques e inmediatamente uno de ellos encontró la chispa que lo prendió en llamas.
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La biblioteca etérea

Al girar hacia atrás vio su cuerpo, allí tendido, como si estuviera dormido, pero aún vivo. Miró la máquina conectada al dedo índice de su mano izquierda, que servía para registrar algunos de sus parámetros vitales, entre ellos sus latidos cardíacos, que eran sumamente lentos; luego miró la bolsa de suero canalizada en su brazo derecho que la mantenía hidratada.
«Estoy afuera de mí misma, por Dios ¿Qué me ha pasado? Esto es como uno de esos “viajes astrales” de los que he leído en los que el alma sale del cuerpo», pensó.
Sobre su cuerpo, vio como Wendy, con sus manos extendidas y a pocos centímetros de su pecho, parecía estar haciendo un esfuerzo sobrehumano; de sus manos emanaba una energía brillante que la conectaba con su propio cuerpo, su rostro estaba tenso, sus ojos cerrados y apretados, la transpiración que caía de su frente le corría todo su recargado maquillaje del rostro dándole un aspecto tétrico...
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La corporación Rottweiler

A un costado de la sala, en un sector separado por gruesos cristales y aislados del resto del ambiente, se encontraban varios servidores informáticos de última generación donde operaba Pandora, el sistema de inteligencia artificial de la corporación Rottweiler que administraba sus exclusivas bases de datos. Todo el sector estaba en un área aparte, cerrada y refrigerada, no solo para su protección, sino también para aumentar el rendimiento de los poderosos ordenadores.
Casi sin poder guiar sus movimientos Sylvia retrocedió torpemente y tambaleándose, estaba con sus ojos abiertos, casi desorbitados y su respiración entrecortada..., hasta que finalmente cayó sentada en el suelo mientras todos los recuerdos de su vida pasada venían a ella como un feroz caudal fuera de control.
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Lazos del destino

Cuando entré en la adolescencia estaba convencida de que querían una hija deportista como muchos otros padres pretenden, pero estaba muy equivocada; su verdadera intención no era esa: más allá de mi entrenamiento físico ellos estaban forjando mi carácter y dándome las habilidades necesarias para mi futuro... Un futuro que ellos ya habían proyectado para mí, me estaban preparando para ser una cazadora de la Corporación y una líder.
El naufragio había ocurrido en el año 1991 y el operador encontró en pocos instantes la información de todos los pasajeros del barco. Entre ellos había tres con el nombre de Peter y uno de ellos era definitivamente el hermano mayor de Steven, que había muerto junto con sus padres en un trágico accidente de tránsito dos años después del incidente del naufragio. El destino lo acercaba claramente a lo que él tanto buscaba desde hacía años.
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El ánfora de Pandora

Toda la habitación se trataba de una zona protegida contra cualquier clase de espionaje conocido: detectores de dispositivos en la entrada alertaban de cualquier aparato electrónico que llevasen quienes entraban en ella, un blindaje provisto por una caja de Faraday, construida dentro de sus paredes, la volvían totalmente inmune a las señales electromagnéticas desde y hacia el exterior y, por último, se encontraba completamente insonorizada, aislándola de escuchas externas.
—El castigo estará en que si la mato ahora, Michael, ella perderá todo lo que tiene, todos sus afectos, todo lo que ha logrado y todo por lo que se ha esforzado en esta vida... Eso es lo mismo que ella le ha hecho a los demás ¡Tiene que morir decenas de veces y perderlo todo en cada una de esas vidas para compensar el daño que ha causado a las vidas que ha cegado! El destino me está dando la oportunidad de ser su brazo ejecutor y de hacerla pagar, aunque sea solo un poco, por todo lo que ha hecho.
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Caminos separados

—Habla el jefe de seguridad, Steven Wolf. La prisionera será trasladada en el helicóptero hacia una locación segura bajo mi autorización; va escoltada por un agente, no quiero que los detengan ni los retrasen por ningún motivo. También necesitamos a todo el personal disponible para controlar el incendio del piso 75 ¡Acudan de inmediato!
—Nuestra relación también fue desde el principio como una partida de tu juego favorito, el ajedrez. Una partida que termina hoy... Aquí me despido y sinceramente espero no verte nunca más —sentenció Steven mientras salía de la habitación.
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Anillos de fuego

Por si eso no fuera suficiente, la última medida de bloqueo es la reja principal del estacionamiento, cubre la salida en su totalidad y es muy diferente a estas redes metálicas. Esa reja es muy fuerte, está hecha de acero y barrotes de hierro reforzados, ha sido diseñada para ser como una pared móvil... Cuando fue instalada, sus fabricantes aseguraron que una vez cerrada es absolutamente imposible que un vehículo civil consiga escapar simplemente embistiéndola.
Voy a tratar de llegar hasta ella y chocarla de frente a toda velocidad, Daphne...
Todos los guardias retrocedieron varios pasos ante la inminencia de algo desconocido. El fantasmal motor rugió con fuerza y así lo hizo un total de tres veces, casi como una advertencia final...
—¡Cuidado, apártense de las puertas! —gritó uno de los hombres a sus compañeros al sospechar lo que se avecinaba.
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Gotas en el viento

Los primeros disparos impactaron de lleno en el parabrisas frontal del helicóptero, atravesándolo completamente; Armony, en un acto reflejo, se tiró de espaldas al suelo, protegiéndose la cabeza con sus brazos, muy asustada...
Durante un breve instante, en el que el tiempo pareció detenerse para ambos, las gotas de lluvia se suspendieron en el aire, las hélices del helicóptero quedaron congeladas y un silencio absoluto se estableció, la mirada de Armony se cruzó con la de Michael en un adiós, las imágenes de sus rostros se reflejaron en las miles de gotas que los rodeaban, y sus lágrimas de mezclaron con la lluvia.
A pesar del miedo que ella tenía, con su mirada le decía sin hablar «déjame ir Michael, pronto todo terminará para mí... Hiciste lo posible, continúa tú solo y evita un desastre mayor».
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Sol de oriente

Instantes después el barco ya había fondeado, deteniéndose con su ancla firmemente asida al fondo del lecho marino; habían llegado a la bahía de Phang Nga y el panorama era absolutamente paradisíaco: las hermosas formaciones rocosas, que se erguían majestuosas y surrealistas; la vegetación, que crecía desde tiempos inmemoriales entre las rocas volcánicas y desde las cuáles, a su vez, caían caudalosas cascadas; las aguas cristalinas, que reflejaban el paisaje con tonos turquesas; y los animales de la region, que se dejaban ver por momentos y llenaban el aire con sus sonidos... El escenario tropical que los rodeaba era algo simplemente mágico.
—Podría ser, pero no lo creo. Estos últimos dias estuve investigando sobre la tecnología de este tipo de tarjetas chip especiales; la Corporación siempre ha mantenido la información referente a ellas bastante restringida a todos, sin embargo encontré la respuesta a algo que Sylvia me dijo estando herida en el suelo y que desde aquel día me intrigaba.
Si es que Sylvia aún vive esta tarjeta seguramente seguirá estando válida y operativa, porque en realidad es un arma de doble filo: en cuanto alguien ingresa a las bases de datos de la Corporación con una tarjeta como esta, desde la Central, no solo pueden rastrear toda su actividad dentro de las bases de datos y saber de ese modo que es exactamente lo que busca, sino que, además, la tarjeta también informa, de manera automática, todo lo referente al equipo en el que está colocada, incluyendo su ubicación geográfica precisa...
Estoy seguro de que Sylvia no desaprovecharía una oportunidad así para saber que información requiero y donde estoy; me lo dejó bien en claro con las últimas palabras que cruzamos.
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Sueños y pesadillas

Hacía muchos años que no me sentía así de feliz, mi vida ha cambiado y yo he cambiado con ella... Hasta hace poco, era una afamada violinista y mi agenda de presentaciones estaba llena durante todo el año; ahora debo ser mucho más discreta, ya no sé, ni siquiera, cuando podré volver a interpretar algo en público con mi violín...
Hace solo unos dias me desperté en medio de la noche, temblando, agitada y totalmente bañada en sudor, fue después de haber tenido una pesadilla horrible, una pesadilla de la que ya casi no recuerdo nada, solo me han quedado apenas algunos flashes sueltos en mi mente, imágenes que cada vez se hacen más difusas y se desvanecen de mi memoria.
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